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miércoles, 28 de abril de 2010

Desde aquí

Desde donde te escribo, a veces no huele a café,
ni huele a terrazas,
ni la lluvia -esa vecina incomoda-
se funde con el polvo de los parques dejándonos
olor a primavera.
Desde donde yo te escribo, también,
es más fácil perderte que encontrarme,
el lenguaje sólo es
un vehículo viejo e incapaz
que amortigua el perfume
anticipado de aquel rumor de las derrotas:
apenas un sabor más traicionero que bravo,
el murmullo sordo de los años que agotados
terminan por pasar sin darte cuenta.
Y es que, ya lo sé, desde aquí, donde yo te escribo,
los muros son más densos que el silencio,
y abrigan los amargos desconsuelos,
aferrados, como ese tesoro que uno guarda
debajo de su almohada, escondido
de otras manos y de otras voces y de otros ojos.
Pero no me juzgues, no, ni huraño me supongas,
tampoco huyas ni lances contra mí
tu ejército de inquinas.
Solo es el castigo que me queda porque elijo
escribir desde mi alma.

4 comentarios:

  1. Te felicito por tu nuevo poema, una vez más nos has dejado impresionados. Sabes que no suelo hacerlo por aquí pero la ocasión lo merece.No dejes de escribir nunca.

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  2. Muchas gracias...se hará lo que se pueda.
    Besos!! =)

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  3. Hey primera vez que te leo y me dejas impactada :D guao jajaja

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  4. Gracias Mayi, un placer que te gusten mis poemas, espero verte por aquí más veces. =)

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