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miércoles, 10 de noviembre de 2010

No sólo de aplausos vive el poeta

Buenas, el motivo de hoy no es otro que el que reza (a modo de humor ) el título del post.

Pues bien, como muchos ya sabéis, tengo dos libros publicados: Los calendarios anónimos y Eclipse Ocular. Ambos títulos se pueden encontrar en muchas librerías nacionales (España). No obstante, como me consta que muchos de los que me leéis no soy de España, así como algunos de los que si lo somos, a veces, por lo ajetreado de nuestras vidas, no sacamos el tiempo suficiente para acercarnos a una librería (no siempre cercanas), he añadido una pestaña en la web de nombre "Compra mis libros" desde la cual se podrán comprar los ya publicados y los que están por venir. De momento, está disponible Los calendarios anónimos, pronto estará también mi primer libro, Eclipse Ocular

Algunos de los poemas de ese libro, los he ido colgando en la web, pero, obviamente, no están todos. 
El libro consta de 36 poemas, dividido en 12 meses, desde Enero a Diciembre, cada uno de ellos, con sus tres poemas correspondientes. Además, cada mes viene introducido por una ilustración (de Maria José  Calderón Vázquez), un total de doce adornan, pues, el libro, que en general (y no es amor de padre) quedó bastante bonito y muy recomendable.

Por tanto, os animo a todos los que estéis interesados en que lo adquiráis y así poder tener en vuestras manos (que siempre es mejor que a través de una pantalla), el producto final,de mucho tiempo de trabajo y dedicación, hecho, al fin y al cabo, con todo el cariño posible, para vosotros. Y ya sabéis: No sólo de aplausos vive el poeta ;).


jueves, 4 de noviembre de 2010

Entender la poesía

lunes, 1 de noviembre de 2010

Para que no te olvidase

Para que no te olvidase te acercaste a mí
desnuda, pero una desnudez que no conoce
la palabra descalza,
tampoco prisas, ni entiende cobarde.
La desnudez de la que hablo se parece más
a fuego, sí, compite con caricia.
Perdona la falta de precisión, la torpeza
con que escribo, pero no es sencillo limitar
abismo, darle forma y cuerpo a libre,
de más sabes que tu yo -que es antónimo de ego-
no habita en diccionario.

No entres en cólera si me olvido, por azar,
entrega, o si entre naufragio y marea,
recuerdo oasis y olvido, sin embargo, sed.
Tampoco si secreto pelea contra voz,
o si confundo -y ya lo sé, es por pura ignorancia-,
quizá, pelo con arpa,
ojos con noche, labios con frontera.

Para que no te olvidase estuvimos hablando
hasta que se agotaron las palabras,
después, usamos sílabas -tan sólo-,
y agotadas estas, por ser escasas,
incomprensiblemente escasas, amaneció.
Dijiste, entonces, mañana pero de tu boca
escuché noviembre, tu desnudez se hizo tacto,
y así, sumados latido con hambre,
inventaste nosotros, así, inventaste invierno.

Para que no te olvidase me ataste el zapato,
y tal vez, yo, preparara café,
después, con los nervios aún a medio vestir,
y la cicatriz intacta del beso en la frente,
te alejaste, sin siquiera saber,
que para no te olvidase, hizo falta,
si acaso, regalarme una sonrisa.